miércoles, 14 de julio de 2010

Seres fabulosos

Cantan con la voz ronca por el cigarrillo y el alcohol
canciones que los marineros traen de los puertos
y llegan a alta mar ya un poco pasadas de moda.
No seducen a nadie, pero en cambio cobran. Y además saben escuchar las historias desesperanzadas que los marineros cuentan con la cabeza apoyada entre sus tetas mustias, llenas de líquenes y pequeños animales marinos. Son las sirenas, pero de las feas.

(gracias a Juan Bautista que me habló "de las sirenas, pero de las feas" y a Carolina que me preguntó qué era "mustio" y yo inventé lo que pude)

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